Como os contábamos en la anterior entrada, las aulas multinivel son beneficiosas para la educación del alumnado. Realmente las dificultades son para el profesorado a la hora de organizar las tareas. Al margen de esto, los profesionales de la educación también se encuentran con otros inconvenientes.

Inés, profesora en activo en el CRA Los Jarales, en San Miguel de Valero (Salamanca), nos cuenta la situación del profesorado más allá de organizar el aula:
“El primer destino de los maestros suele ser la escuela rural por su posición en listas.
Hay un problema con la despoblación y si llega un profesor de fuera, le piden sesenta euros por hospedarse en un hotel o cuatrocientos o quinientos euros por alquilar una casa, a pesar de lo poco que se cobra…
Llegan profesores desde la ciudad al pueblo sin saber nada del lugar. Es muy importante la formación del profesorado, y desde los CRA, siempre nos ofrecemos para que vengan a hacer las prácticas. Es importante que tengamos las puertas abiertas para que puedan conocer cómo se trabaja aquí y así poder elegir.”
En este punto del diálogo, Tierra en los zapatos quisimos indagarle más a Inés respecto a esa clase de profesorado foráneo.
“Nos encontramos de todo: maestros que quedan maravillados y otros que reconocen que la escuela rural no es lo suyo.
Respecto a los profesores itinerantes, que son los maestros de asignaturas específicas, como por ejemplo inglés, música o educación física, van dando sus clases por todos los pueblos de la zona , haciendo muchos kilómetros al día. A veces deben ir por carreteras de montaña ¡y solo les pagan a 0,19 céntimos el kilómetro!”
Hay una frase que se oye mucho: “Si la escuela se muere, se muere el pueblo”.
Inés, en cambio, nos insistía en desmentir este bulo diciendo que: “El pueblo está muerto y entonces, se muere la escuela”. Esto, como siempre, es una labor de equipo: gobierno, ayuntamiento, profesorado y familias.
Cabe destacar que los pequeños ayuntamientos son los encargados del mantenimiento de las escuelas, luz, calefacción… Así que, ¡esto es trabajo de todos!

Os presentamos ahora a Alfonso, padre de dos alumnos de la escuela rural Los Jarales, de San Miguel de Valero, en la que trabaja Inés. Nos cuenta cómo formaron la Asociación de Familias poniendo así su granito de arena y cuál es su visión de la educación rural:
“Formamos la Asociación de Familias igual que se forma cualquier AMPA. Nos parecía más apropiado llamarlo ‘familias’. La Asociación nació con la idea de poner en valor las escuelas rurales y hacer unos encuentros de educación rural; las familias y el profesorado tienen que ir de la mano.
Pese a que, hay muchos inconvenientes en el mundo rural, las escuelas de este medio son una gran ventaja y deberían ser un campo de experimentación para lo que es la escuela convencional.
En un aula multinivel se pueden experimentar muchas cosas, tienes un recurso que es el profesorado y ese recurso puede ser utilizado para innovación educativa. Esto es algo que le cuesta ver a la Administración pública porque lo ve como un gasto elevado para muy pocos niños. En cambio, las familias creemos que se puede hacer con muchos menos recursos.”
A continuación, Alfonso nos habló de las ventajas de las escuelas rurales respecto a las convencionales:
“La escuela rural tiene inmensas ventajas para el alumnado porque es una educación totalmente personalizada para cada niña y niño. Además existe mucha confianza y comunicación entre las familias y el profesorado.
En los encuentros que realizamos con la Asociación de Familias, al principio fueron a un nivel coloquial y luego empezó a venir gente de bastantes sitios. En estos encuentros se habla desde la perspectiva del trabajo cooperativo. Todo el mundo aporta, da su opinión, todos hablamos y participamos. En estas jornadas comemos juntos. Al fin y al cabo son grupos de trabajo.
Juntarte con otras asociaciones de familias del medio rural viene muy bien porque al final compartes los mismos problemas, las mismas dificultades y las mismas circunstancias.
Desde la Administración pública, deberían darse cuenta de que esto no representa un gasto, sino una inversión y ¡y un derecho!.»

Llegados a este punto, quisimos preguntarle a Alfonso sobre las actividades extraescolares que se imparten en la escuela rural:
“En el medio rural no tenemos gran variedad de extraescolares, ¡pero las nuestras no tienen nada que envidiar! Las propias familias organizamos actividades, teatro, patinaje, juegos de rol, juegos de mesa…
Organizar un teatro con niños de varias edades y que todos trabajen en común en una misma obra es algo que en la escuela convencional nunca se va a dar y es muy interesante.
El mundo urbano tiene una perspectiva completamente diferente de cómo es en realidad el mundo rural.
¡Queremos que nuestros hijos disfruten!

Alfonso nos siguió explicando que, en Los Jarales, tienen una gran ventaja y es que al ser pocos, mediante mensajería instantánea, organizan y solucionan cualquier cosa en cuestión de minutos.
“Las familias organizan acampadas, excursiones… -continúa explicándonos- A principios de curso, nos juntamos los tres pueblos que conformamos el CRA y vamos a un albergue.
En un colegio grande, al final, te segmentas, se hacen grupos y te juntas por afinidades. Entonces no ves las diferencias y no te puedes enriquecer de ellas.
En un cole pequeño te tienes que amoldar, todos somos diferentes y todo el mundo es bienvenido. Eso es muy enriquecedor.
Tenemos la ventaja de la rapidez, la comunicación entre la escuela y las familias es tan fluida y tan rápida que cualquier cosa que se necesita, se solventa rápidamente.
Desde la ley se piensa en urbano, no en rural.
A las familias, que dudan si llevar a sus hijos a las escuelas rurales les diría que le den una oportunidad, que la escuela rural la formamos todos y tú también entras y puedes aportar.
Creo, que el alumnado sale igual de preparado de una escuela rural que de una convencional. Igual fallamos un poco en los idiomas, porque los profesores suelen ser itinerantes.
De lo que sí estoy seguro es que salen mejor preparados como personas.”
Alfonso es partidario de que, hasta 6º de primaria, es fundamental que los niños y las niñas estén en los pueblos. La formación interna, dice, queda grabada a fuego para siempre: ir al huerto, ver nacer animales…La escuela es la base, pero la formación también se recibe desde casa.

“Lo que los niños viven aquí, no se les va a olvidar en la vida y la capacidad de adaptación que tienen es mayor. Hablar con la gente mayor, pararse, saludar, aprender de todos, tengan la edad que tengan… Son valores que hay que tener en una educación.
Además, el grupo de amigos del pueblo es para toda la vida, independientemente de que cada uno siga su camino. “

Desde Tierra en los zapatos, estamos totalmente de acuerdo con esta última afirmación de Alfonso. Los lazos de amistad que se crean en un pueblo son para siempre, las experiencias compartidas en el medio rural se suelen quedar grabadas para siempre. Quizás, un día debamos dedicar una entrada en el blog a esas vivencias y amistades rurales. ¿Qué os parece?
Me parece una idea estupenda. El medio rural siempre deja una huella imborrable. Más que quieras borrarla, siempre estará dentro, los momentos y experiencias siempre son más largos y más duraderos.
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Cuenta con ello! Lo haremos!Muchas gracias por tu comentario!
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